Nuestros gatos también pueden tener verrugas, generalmente son protuberancias cutáneas benignas relacionadas con el papilomavirus felino, específico para esta especie, pero en algunos casos pueden desarrollar tumores malignos como carcinomas. Esto ocurre con mayor frecuencia en los gatos cuyo sistema inmune se ve afectado, como en los gatos de edad avanzada, muy enfermos o inmunocomprometidos.

Normalmente, estas lesiones desaparecen por sí mismas cuando el sistema inmune del gato controla al virus y no producen sintomatología. No se necesita tratamiento, excepto cuando derivan a tumores malignos que necesitan una terapia adecuada.

¿Qué son las verrugas en gatos?

Como cuidadores de gatos, es posible que nos preguntamos alguna vez «¿le pueden salir verrugas a los gatos?» y la respuesta es sí. Las verrugas son unas lesiones cutáneas que consisten en unas protuberancias que sobresalen en la piel y que tienen diferentes consistencias y formas, aunque suelen ser algo esféricas y aplanadas en estos animales y tienden a aparecer varias a la vez sobre la piel con diferentes formas y consistencia.

La gran mayoría de las verrugas que desarrollan los gatos están producidas por el virus del papiloma felino (papilomavirus felino, PVF), que se secuenció en el año 2002. Sin embargo, existen muchos otros virus que pueden dar lugar a la formación de verrugas en gatos.

Normalmente, las verrugas son benignas, no causarán problema ni molestarán al gato. Además, suelen desaparecer solas y no se extienden a otras localizaciones corporales. En los gatos mayores, enfermos y en los inmunodeprimidos son más frecuentes y pueden evolucionar a un tumor maligno como el carcinoma de células escamosas o no desaparecer.

Causas de verrugas en gatos

Como hemos comentado, la causa principal de verrugas en gatos es el virus del papiloma felino. Este virus se transmite de forma directa mediante el contacto con un gato infectado, a través de zonas de la piel que se encuentren lesionadas, húmedas o abiertas, como pueden ser picaduras, quemaduras, heridas, arañazos o mordidas profundas; también se puede transmitir mediante los juguetes, la comida y el agua de un gato infectado. Hay muchos gatos que portan este virus y no muestran sintomatología alguna de enfermedad, pero que son potenciales transmisores del mismo.

¿Cómo actúa el virus del papiloma en los gatos?

Las células que se infectan a través de abrasiones o lesiones de la piel son, inicialmente, las basales del estrato germinativo, lo que produce una hiperplasia y un retraso en la maduración de las del estrato espinoso y granuloso, donde se realiza la síntesis de proteínas del virus hasta infectar el epitelio escamoso estratificado de la piel. Cuando el virus está en el organismo del gato, comienza a atacar las células, alterando su normal funcionamiento, haciendo que se dividan con mayor frecuencia y, a su vez, también activa genes que promueven el crecimiento de células cancerígenas y otras células, así como desactiva genes que controlan o impiden la propagación de estas células. Por este motivo, el virus puede desencadenar tumores malignos en algunos gatos, especialmente en aquellos cuya respuesta inmunitaria se ve comprometida, como los gatos mayores, enfermos e inmunodeprimidos.

Los papilomas son virus pequeños, no encapsulados, que pertenecen a la familia Papillomaviridae y se han secuenciado de forma completa 4 papilomavirus felinos específicos para la especie felina.

Tipos de verrugas en gatos

Muchos gatos con papilomavirus presentan un sistema inmune fuerte que limita las acciones hiperplásicas que produce el virus sobre las células de la piel, pero en algunos gatos la inmunidad no es suficiente y puede ocasionar cuatro tipos de clínica ocasionadas por el papilomavirus en gatos:

  • Verrugas orales: estas lesiones en la boca de los gatos se producen por el papilomavirus felino de tipo 1 y se suelen presentar en forma de racimo de uvas, como unas pequeñas masas que se localizan sobre la superficie ventral de la lengua (la cara de abajo de la lengua). Estas verrugas no suelen progresar a formas clínicas severas.
  • Verrugas en forma de placas virales: se producen en los gatitos de pocos días al ser infectados por sus madres. Se producen las lesiones en la cabeza y en el cuello y las placas son elevaciones de la piel sin pelo y de menos de 1 cm de diámetro. Son producidas por el papilomavirus felino felino de tipo 2.
  • Carcinoma de Bowenoide: causado también por el papilomavirus de tipo 2, produce lesiones más grandes, cubiertas de escamas gruesas y ulceradas. Tanto en esta como en la anterior puede darse una remisión espontánea o que las lesiones se estabilicen.
  • Verrugas que derivan en carcinoma de células escamosas: más frecuente en los gatos de razas sphynx o devon rex, también relacionadas con el papilomavirus de tipo 2 y en áreas poco protegidas frente a la radiación ultravioleta, como la cara y las orejas. Es un tumor maligno que se extiende localmente por estas zonas, donde va volviendo rojiza la piel, forma úlceras y costras que pueden sangrar. En algunos gatos este tumor puede producir metástasis a nódulos linfáticos o los pulmones.