Los gatos viven de media de 12 a 16 años, en función de los cuidados que tengan. En el caso de un gato que vive en una casa con todas las comodidades, tendrá muchas más posibilidades de durar más años y con mejor calidad de vida que un gato que entre y salga de casa por ejemplo o que un gato salvaje. Esto se debe a que muchos de estos animales que viven en el exterior buscan comida de cualquier forma y a veces no es lo equilibrada que debería, por lo que su esperanza de vida se reduce mucho. Además, si no están esterilizados, en época de celo tienden a pelearse con otros machos y en algunos casos se hacen heridas que pueden ser considerables, y generar infecciones.

Que un gato sea o no de raza pura no es clave a la hora de asegurar la longevidad del felino, pero lo cierto es que algunas de ellas destacan por una excelente calidad de vida.

  • Siamés (20 años): Dicen de ella que es la más longeva que existe. Esto implica, como es lógico, que sea muy difícil que pueda llegar a esa edad sin patología alguna, pero a su favor, suelen ser animales manejables con medicación y es muy probable que el gato lleve una vida prácticamente normal en su vejez.
  • Bosque de Noruega (12 años): Proviene de los países escandinavos y es una raza llamativa por su aspecto salvaje, pero cuenta con muchas cualidades.
  • Azul Ruso (15 años): Es una de las razas más comunes en la mayoría de los hogares. Su tamaño mediano y su fácil adaptación, lo convierten en un compañero ideal. Además,
  • Maine Coon (10 años): Su tamaño es más grande que la media y cuenta con unas sorprendentes capacidades para la caza. Es bastante habitual verlos en los hogares de Estados Unidos.
  • Gato persa (15 años): Es un animal bastante propenso a contraer enfermedades, pero lo cierto es que es tan dócil que no será nada complicado administrarle su tratamiento y que esté bien controlado.
  • Sphynx (más de 15 años): Esta peculiar raza de gato sin pelo, que parece delicada, pueden vivir más de 15 años, eso sí, para ello habrá que cuidar mucho su alimentación y su higiene, ya que el hecho de no poseer pelaje, hace que no se acicalen a sí mismos como hacen otros felinos.
  • Ragdoll (10 años): Son muy dóciles y les gusta estar siempre acompañados.
  • Hymalayo (15 años): Es una mezcla entre gato persa y siamés, por lo que sigue la línea de longevidad de sus predecesores.
  • Exótico (15 años): Es una mezcla entre el British Shortair y el persa, por lo que se parece mucho a este último, pero de pelo corto.
  • Bengalí (14 años): Se parece mucho a los felinos salvajes, pero se trata de un gato doméstico. Con unos buenos cuidados puede llegar a cumplir de los 10 a los 14 años.
  • Angora (16 años): Su origen es turco y se caracterizan por su pelo sedoso y largo.

Estas aproximaciones según la raza varían en función de muchos factores, pero la alimentación y una vida cómoda en el hogar, facilitan mucho. Obviamente, habrá quien le dé los mejores cuidados a su mascota y de pronto tenga una enfermedad sin cura, del mismo modo que habrá mezclas de razas que podrán pasar los 18 años. Lo importante si tenemos un felino es darle todo el cuidado y el cariño que necesite y saber que, salvo excepciones, nos acompañarán gran parte de nuestra vida.